lunes, 20 de agosto de 2012

Contra el imperio del crimen

Reivindicable obra de cine negro a cargo del siempre competente William Keighley y protagonizada por el nunca suficientemente alabado James Cagney, un grande de entre los grandes. Su mera presencia ya llena la pantalla mucho más que cualquier gran puesta en escena o cualquier labor de dirección, por muy virtuosa que ésta sea. Pero en este caso en concreto, a la poderosa interpretación de Cagney hay que sumarle una historia atractiva, unos personajes bien definidos y ricos en matices y un montaje absolutamente trepidante con unas escenas de acción verdaderamente arrolladores que, por su enorme poderío visual, harán las delicias del personal sin demasiado dificultad.

Esta obra de cine negro posee las suficientes virtudes como para sobresalir de entre el resto de sus coetáneas por méritos propios. El aspecto que más me ha llamado la atención es la dureza y violencia de las escenas de acción. Hay pocas a lo largo del metraje, y son cortas, pero poseen una intensidad realmente avasalladora. Repasando detalles como éstos (y muchos otros), no puedo evitar pensar que el cine de acción actual ha perdido completamente el norte en todos los sentidos posibles. Ya no tenemos ni grandes escenas de acción, ni personajes carismáticos, ni historia atractivas, ni tan siquiera diálogos decentes...

El montaje es otro de los puntos sobre los que habría que detenerse para dar un par de apuntes. Sorprende lo trepidante del mismo para un filme tan aparentemente convencional como éste. Los acontecimientos se suceden a una velocidad casi vertiginosa, y el acentuadísimo ritmo que imprime el montaje se traduce en que en tan sólo poco más de una hora y veinte minutos de metraje nos da tiempo a presentar a un buen número de personajes y conflictos, a visitar varias ciudades norteamericanas (con sus bajos fondos incluidos), a contemplar la evolución del FBI en materia legislativa, a disfrutar con los métodos de los CSI de la época (idénticos a los actuales) y, por si no fuera suficiente, a contemplar la genial interpretación de James Cagney. Muy destacable el uso de los titulares de periódicos para contextualizar los acontecimientos que van teniendo lugar a lo largo de la historia y su repercusión dentro de la sociedad estadounidense.

"Contra el imperio del crimen" es un filme que disfrutarán (y mucho) todos aquellos seguidores del cine negro. No debiéramos pasar por alto que varios pesos pesados del género como son James Cagney y el director, Keighley, participan en el filme. Gracias a un gran guión, a unas sólidas interpretaciones y a un empleo del montaje cinematográfico fuera de lo común, esta recreación del trabajo de los "hombres G" es un ejercicio superlativo del cine de gánsteres que cuenta en su haber con unas de las escenas de acción más inspiradas que un servidor haya podido ver un filme de corte clásico como éste.

TÍTULO ORIGINAL 'G' Men
AÑO 1935




DIRECTOR William Keighley
GUIÓN Seton I. Miller (Novela: Darryl F. Zanuck)
MÚSICA Sammy Fain, Leo F. Forbstein, M.K. Jerome, Bernhard Kaun, Harry Warren
FOTOGRAFÍA Sol Polito (B&W)
REPARTO James Cagney, Margaret Lindsay, Ann Dvorak, Robert Armstrong, Barton MacLane, Lloyd Nolan, William Harrigan, Russell Hopton, Edward Pawley, Noel Madison, Monte Blue, Regis Toomey, Addison Richards, Harold Huber, Raymond Hatton
PRODUCTORA Warner Bros. Pictures / First National Pictures
PREMIOS 1935: Nominada al Oscar: Mejor historia


SINOPSIS Un abogado abandona su profesión para convertirse en agente del gobierno con la intención de descubrir al asesino de su mejor amigo. Las primeras investigaciones le conducen hasta un gángster que fue compañero suyo de la infancia. Mientras resuelve el caso, en escena aparece la hija de su jefe, de la que se enamora locamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario