Realmente grande esta cinta del hasta aquel entonces guionista de
Hollywood, John Huston, quien no desaprovechó la oportunidad de dar a
conocer sus innegables y apabullantes aptitudes para la dirección.
Fielmente basada en la obra epónima de Dashiell Hammet, optó por narrar esta historia de 1929, llevada ya en dos ocasiones anteriores a la gran pantalla con un sonoro y rotundo fracaso.
Fielmente basada en la obra epónima de Dashiell Hammet, optó por narrar esta historia de 1929, llevada ya en dos ocasiones anteriores a la gran pantalla con un sonoro y rotundo fracaso.
El génesis del cine negro comienza en el despacho de la firma de
detectives "Sam Spade y Miles Archer Corp", con la visita de una
enigmática señora Wonderly (años más tarde Roman Polanski tomaría fiel
nota en su obra maestra Chinatown).
Aquí no hay voces en off, como en su posterior Jungla del Asfalto, sólamente el desarrollo de una narración apoyada al pie de la letra en los famosos storyboards puestos de moda por un tal Alfred Hitcthkock, pero sí hay ambientado un mundo de criminales sin escrúpulos, mujeres fatales, finales entreverados, y frases antológicas que imprimen un sello inconfundible, de calidad genuina.
Aquí no hay voces en off, como en su posterior Jungla del Asfalto, sólamente el desarrollo de una narración apoyada al pie de la letra en los famosos storyboards puestos de moda por un tal Alfred Hitcthkock, pero sí hay ambientado un mundo de criminales sin escrúpulos, mujeres fatales, finales entreverados, y frases antológicas que imprimen un sello inconfundible, de calidad genuina.
En mi memoria sí que quedarán congeladas los fotogramas épicos de esta
cinta inigualable; la señora O’Shaugnessy (maravillosa Mary Astor)
fingiendo ser una ingenua víctima del siempre ausente señor Thursby.
El enorme Peter Lorre como Joel Cairo, un tipo de tendencias homoeróticas (levemente encubiertas por Huston, ya que en la trama había ya demasiados homosexuales, y la sociedad en general aún no estaba preparada para este tipo de revelaciones), ambicioso y peligrosamente arrojadizo que se va metiendo de forma gradual en el meollo de la trama.
El enorme Peter Lorre como Joel Cairo, un tipo de tendencias homoeróticas (levemente encubiertas por Huston, ya que en la trama había ya demasiados homosexuales, y la sociedad en general aún no estaba preparada para este tipo de revelaciones), ambicioso y peligrosamente arrojadizo que se va metiendo de forma gradual en el meollo de la trama.
El capo de los malos, el inmenso Fat Man (papel iniciático de este
sorprendente actor británico, Sidney Greenstreet, que además debutó con
oscar incluído), 17 años detrás del pájaro dorado revestido de negra
cerámica marfileña (el halcón maltés, regalo de los caballeros de La
Orden de San Juan al rey de España Carlos I, en reconocimiento por su
cesión del territorio de Malta) y su fiel escudero, Wilmer (conmovedora
actuación de Elisa Cook Jr), una especie de Lee Harvey Oswald (increíble
su parecido real, en un papel similar al de Atraco Perfecto de Kubrick)
chivo expiatorio y homosexual (así lo constató Dashiell Hamet en su
obra epónima).
Sin olvidarnos tampoco del cinismo misógino de Spade cuando rehuye a la
viuda de su socio, y antigua amante, ni de su fiel secretaria Effie.
Todo en esta película rezuma CINE (con mayúsculas por supuesto); y el final; éste sí que es épico y no el de Casablanca: Cuando el policía le pregunta a Spade sobre el halcón maltés, y éste (dicen las crónicas que fue una aportación del propio Bogart al guión adaptado de Huston) parafraseando a Shakaspeare le respone: "...¿éste? este es el material del que están hechos los sueños...".
Todo en esta película rezuma CINE (con mayúsculas por supuesto); y el final; éste sí que es épico y no el de Casablanca: Cuando el policía le pregunta a Spade sobre el halcón maltés, y éste (dicen las crónicas que fue una aportación del propio Bogart al guión adaptado de Huston) parafraseando a Shakaspeare le respone: "...¿éste? este es el material del que están hechos los sueños...".
Con su guión Huston respeta escrupulosamente la novela de Hammett: un
relato enrevesado, con giros sorprendentes, cargado de amargura y
pesimismo, sacando a la luz la peor cara de la condición humana y
girando alrededor de una historia de caballeros y reyes del siglo XVI.
El relato está tratado con suma elegancia y supone todo un homenaje al
séptimo arte, un ejercicio de estilo y suspense impropios de un director
novel. La elección de los secundarios fue otro gran acierto de Huston:
Lorre está perfecto en su papel de refinada sanguijuela, Mary Astor (que
ganó el Oscar ese mismo año por “La gran mentira”) se mete de forma muy
creíble en la piel de una mujer atrapada en un asunto que le viene
grande y el orondo Sydney Greenstreet crea un imponente y socarrón
Mr.Gutman. Todos ellos aborrecibles y geniales a la vez. Como curiosidad
señalar el pequeño cameo del padre de John Huston, el actor Walter
Huston, como capitán de La Paloma de Hong Kong.
En aquél lejano 1941 cambió la historia de la humanidad tras el ataque a
Pearl Harbor y también en gran parte la historia del cine, gracias
films como “El halcón maltés” o “Ciudadano Kane”, que casi 7 décadas
después siguen conservando la fuerza y la amargura del primer día, pues
cada fotograma “está hecho del material con el que se fraguan los
sueños”.
I N O L V I D A B L E.
TÍTULO ORIGINAL | The Maltese Falcon |
---|---|
AÑO | 1941 |
PAÍS | |
DIRECTOR | John Huston |
GUIÓN | John Huston (Novela: Dashiell Hammett) |
MÚSICA | Adolph Deutsch |
FOTOGRAFÍA | Arthur Edeson (B&W) |
REPARTO | Humphrey Bogart, Mary Astor, Gladys George, Peter Lorre, Barton MacLane, Lee Patrick, Sydney Greenstreet, Elisha Cook Jr., Ward Bond, Walter Huston, Jerome Cowan |
PRODUCTORA | Warner Bros. Productor: Hal B. Wallis |
PREMIOS | 1941: 3 nominaciones al Oscar: Mejor película, actor sec. (Sydney Greenstreet), guión |
SINOPSIS | En el siglo XVI, los Caballeros de la Orden de Malta obsequiaron al Emperador Carlos V con la estatuilla de un halcón de oro macizo e incrustaciones de piedras preciosas. Era una muestra de gratitud por ciertas prerrogativas que el monarca les había concedido. Sin embargo, la joya no llegó nunca a manos del Emperador, ya que la galera que la trasportaba fue asaltada por unos piratas. Cuatrocientos años después, el detective privado Sam Spade y su socio, Archer, aceptan el encargo de una joven que quiere encontrar a su hermana, que ha desaparecido con un tal Floyd Thursby, un hombre sin escrúpulos. |
CRÍTICAS |
---------------------------------------- "Asesinatos y robos se dan cita en este interesantísimo filme, todo un clásico del cine negro (...) Debut de Huston en un brillante ejercicio de suspense con un Bogart inconmensurable en todas las escenas" (Fernando Morales: Diario El País) ---------------------------------------- |
Si hablamos del cine negro como un valor dentro del noveno arte, debemos
guardar un aparatado especial para el halcón maltes, una de esas pocas
películas que han logrado inmortalizarse al paso del tiempo. A inicios
de 1941, es cuando Jonh Huston concibe la día de rodar esta magnífica
obra, inspirada en una novela de Dashiell Hammett, adquirida por la
Warner, por apenas 8.500 dólares ese mismo año. Huston pensaría y
llegaría incluso a firmar a George Raft como el actor que encarnaría a
Sam Spade, pero la negativa de este produjo que fuera el mítico Humphrey
Bogart el protagonista del film, retrasando unos meses el estreno de la
película, llegando a la pantallas de Estados Unidos el 18 de diciembre
de 1941 como una inadvertida serie B más.
El halcón Maltes nos adentra en el ambiente policiaco de los años
cuarenta, más concretamente, en la historia acontecida a Sam Spade, un
sabueso, que se ve envuelto en un caso de asesinato, por la muerte de un
amigo y compañero suyo. Detrás de esta aparente sencilla trama, se
ramifican un gran cúmulo de historias paralelas al conflicto principal
del guión, lo que ensalza en gran medida el poder de entretenimiento de
esta solidísima adaptación. La historia además de poseer este enorme
poder de atracción, desarrolla también una gran profusión de doble
trasfondo no solo hacia los personajes, si no también hacia el basto
mundo que se extiende a su alrededor, aclarando mis palabras: "el film
sirve como un análisis dual de una realidad que resulta un falso
espejismo para el espectador".
En el aspecto visual, la obra demuestra con creces porque es considerada
una de las cien mejores películas americanas. Sorprende la excelente
dirección de un debutante John Huston, que a través de unos juegos
lumínicos casi perfectos, nos inmiscuye en una densa atmósfera de
tensión constante. El movimiento de cámara tan tortuoso como eficaz, nos
acerca una magistral estructura narrativa llena de lirismo y dramatismo
contenido. ¿Que más podemos decir, que no se haya dicho ya, del reparto
del Halcón Maltés? Sencillamente brillante. Boogie actúa con un aplomo y
una fuerza tremenda, forjando su propio icono interpretativo dentro del
celuloide, Mary Astor seduce con sus, elegantes formas de encarnar a
una auténtica mujer fatal. Los secundarios son..... de lo mejor que he
visto en cualquier thiller negro, Peter Lorre Sydney Greenstreet,
ejercen un portentoso trabajo. La música de Adolph Deutsch, redondea a
las mil maravillas el oscuro matiz que exhibe el filme.
Forjar mitos, esta es la tarea de esta excelente producción negra, que
para muchos es la mejor muestra de “film noir”, jamás filmada
Hola Jose, realmente espectacular, me parece muy buena esta parte de Cine Negro. Una Maravilla realmente. Gracias.Besos
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